Hoy en día son bastantes las empresas que sufren la falta
de compromiso e interés por parte de su equipo de trabajo y esto resulta más
crítico cuando se trata de pequeñas y medianas empresas (PYME). Las primeras
preguntas que surgen cuando enfrentamos este problema es ¿qué
hace la gran mayoría de propietarios y gerentes de pequeñas empresas para
intentar resolver esta situación? ¿Cuáles son las soluciones más comunes y con
frecuencia, la únicas que se emplean?
Aún son muchos los propietarios y directores
de empresas que piensan, que sólo entregando un buen salario a fin de mes y
otras regalías, pueden mantener comprometido y participativo a su equipo de
trabajo, pero no existe nada más lejos que esa realidad.
Las compensaciones económicas son MUY IMPORTANTES, porque de hecho, es la
recompensa más palpable que un colaborador "percibe" por su trabajo.
Esto es irrefutable. Sin embargo, si no existe un entorno donde el empleador
perciba que crece, tanto en lo personal como en lo profesional; donde sienta
que es un aporte; donde experimente que lo que todo lo que hace es bueno para
él y para otros; donde se comparta una Visión Productiva única, coherente y
estimulante; donde se sienta parte de un grupo que le aprecia y respeta, el dinero NO solucionará nada, sólo
será un pieza; y mientras más dinero, más grande será el cataplasma, pero éste NUNCA será la solución más auténtica,
duradera y conveniente para un pequeño empresario.
Es importante reflexionar lo siguiente “si el
dinero es la única razón que retiene a un socio, trabajador, colaborador etc.
en tu empresa y éste siente que su sueldo es lo único por lo que vale la pena
levantarse todos los días para ir trabajar, NO EXISTE COMPROMISO.”
Si el dinero es el único motivador de un empleado,
éste siempre estará buscando, quizás con más o menos determinación, pero
siempre estará buscando, mejores ofertas económicas y cuando las encuentre, se
va sin pensarlo, porque tendrá una razón más poderosa... SU MOTIVACION MAS GRANDE EL DINERO.
Si el jefe no se percata de esto, entra,
muchas veces sin quererlo y sin saberlo, en una desgastante carrera para
intentar involucrar, comprometer y fidelizar a su equipo de trabajo, basándose
sólo en el dinero.
Es como la rata que corre dentro de una rueda, que por más
rápido que corra, nunca saldrá del mismo lugar; nunca experimentará
"avances reales". Es básicamente el mismo principio:
si te centras SÓLO EN EL DINERO, la implicación y
fidelización de tu equipo humano, los retendrás por un tiempo, hasta que
alguna otra empresa les ofrezca más, si quieres continuar sujetar o aferrar a
tus trabajadores, tendrás que "SUBIR
TU APUESTA", y así sucesivamente hasta que, por lo general, no puedes
pagar más.
Pero también está el caso de muchos jefes que
no entran en este juego y mas de alguna vez hemos escuchado algo así... "si se quieren ir por dinero, pues que
se vayan, YO NO VOY A PAGAR MÁS; no entraré en ese juego".
Sin embargo, también en estos casos, aunque
mucho más rápido y sin invertir más dinero, por lo general el empresario
"deja buscar nuevos horizontes" a trabajadores que son, o podrían ser
muy valiosos, ya que tampoco se esfuerzan por desarrollar una filosofía de
trabajo interna en la que se vea fortalecida la implicación del equipo.